«Es posible que los procesos creativos de una mujer sean malinterpretados o despreciados por quienes la rodean. De ella depende informarles de que, cuando sus ojos miran “de aquella manera”, no significa que sea un solar vacío a la espera de ser ocupado. Significa que está sosteniendo en equilibrio un enorme castillo de naipes de ideas sobre la punta de un solo dedo y está uniendo cuidadosamente todos los naipes entre sí por medio de un poco de saliva y unos diminutos huesos de cristal y, si consigue depositarlo sobre la mesa sin que se caiga o se desmorone, podrá crear una imagen del mundo invisible.
Hablarle en ese momento equivale a levantar un viento de Arpía capaz de derribar toda la estructura. Hablarle en ese momento es romperle el corazón.»
Mujeres que corren con los lobos
Clarissa Pinkola Estés
Silvia de la Colina
Acompañando procesos creativos.