¿Quieres salir del laberinto?
La mayoría de nosotrxs hemos recibido una educación para una sociedad europea industrializada, para ser piezas de un engranaje que funcione, con la recompensa de así poder pertenecer, adaptarnos y sobrevivir con un estilo de vida adecuado al materialismo y a la promesa de alguna realización personal más o menos publicitaria y más orientada al tener que al ser.
Y a algunos, parece que les ha funcionado y se sienten plenos y satisfechos.
A muchos, nos ha costado y nos está costando, un proceso más o menos arduo el encontrar, debajo de tantas presiones, manipulaciones, amenazas, maquillaje, miedos, conformismos, lealtades, anestesias, exigencias familiares, sociales y/o personales, quienes somos y lo que queremos ser de mayores. No es tan fácil encontrar humildad y honestidad para confiar en qué es válido y ético psicosocialmente, y sostener el coraje y el esfuerzo para llevarlo a cabo, asumiendo algún que otro riesgo, renuncias, equivocaciones, frustraciones y desvíos del camino.
Y aún así quiero asegurar que vale la pena hacerlo.
Realizar un proceso de acompañamiento en desarrollo profesional te permitirá:
- Mirar allí donde los puntos ciegos ocultan los recursos disponibles que no estás contemplando y encontrar la motivación que necesitas para “Salir del laberinto”.
- Generar escenarios de futuro. Querer es crear. Discernir si lo que quieres te acerca a lo que eres. Despejar el camino. Encontrar tu sentido, tu para qué
- Explorar y Afianzarte en tus valores y en tu singularidad personal, que sin tenerlos en cuenta la experiencia de la confianza y la seguridad se presenta más difícil.
- Conocer y desarrollar tus capacidades, orientar tu creatividad, aprender a generar opciones realistas, genuinas y tan locas como posibles.
- Ampliar tu conciencia en tu relación con el dinero, el tiempo y la energía. Para que, en la medida de lo posible, ellos sean tus recursos y tú no seas el suyo.
- Entrenarte en cambiar lo que necesites cambiar. Con atención, compromiso y presencia para conseguirlo.
- Enfocarte en un plan de acción con el que podrás identificar las creencias, emociones y comportamientos que te pueden impedir llevarlo a cabo, que funcionan como automáticos en un sistema programado que puedes ir desactivando y gestionando con conciencia, intención y acciones responsables.
Silvia de la Colina